Acompañamiento educativo y alojamiento para jóvenes de 18 a 21 años en grave riesgo de exclusión social procedentes del sistema de protección de la Comunidad de Madrid

Objetivo

Ofrecer alojamiento y atención integral a jóvenes mayores de edad que hayan tenido una medida de protección y que se encuentran en riesgo o en situación de exclusión social, por carecer de apoyos familiares o por no contar con un nivel de autonomía personal ni económica suficiente para vivir de forma independiente, con el fin de favorecer la transición a un proyecto de vida autónoma y prevenir el riesgo de exclusión social.

¿Qué hacemos?

Este proyecto trata fundamentalmente de trabajar los procesos de emancipación de los jóvenes extutelados (uso del masculino genérico dado que todos los participantes han sido varones), por ello, no nos centramos en los clásicos proyectos de acogida, sino que este proyecto pretende dar un paso más. Hemos trabajado con, y no para, los jóvenes en su proceso de autonomía plena. Por lo tanto, se trata de un proyecto de intervención con itinerarios bien definidos en función de las expectativas de los jóvenes. Trabajamos con ellos para la consecución plena de la ciudadanía, por ello a priori no marcamos una estancia tope o delimitada propia de proyectos de acogida.

Desde esta premisa trabajamos a medio plazo en función de necesidades concretas y demandas de itinerarios precisos y pactados con cada uno de nuestros participantes, por lo que es difícil establecer cuantas personas pueden pasar por el dispositivo en periodo de tiempo. Cabe destacar, la estrecha colaboración con Asociación Horuelo y Fundación Cepaim (Ítaca Joven) en la acogida de jóvenes extutelados o en riesgo de exclusión social, fruto de la experiencia y aprendizaje mutuo en el trabajo con este colectivo durante años, adaptando nuestra intervención a las características de esta población.

La metodología, sobre la que se asienta el proyecto, se denomina ‘Modelo Tranvía, tránsito a la vida adulta’. Consiste en un modelo metodológico de intervención con juventud en situación de vulnerabilidad y/o ex tutela, que integra metodologías individuales, grupales y comunitarias e incorpora la perspectiva de género, intercultural y el enfoque de intervención basado en los Derechos Humanos.

Comprende el análisis de las dimensiones de la exclusión: Educativa, laboral, relacional, económica, salud, político-participativa, residencial y territorial. Se trata de una metodología desarrollada por Fundación Cepaim, cristalizada tras la realización del proyecto de investigación ‘En busca de un lugar propio. Juventud extutelada, territorio y derechos’

En este marco metodológico, estos proyectos confluyen en las siguientes perspectivas metodológicas:

  1. La metodología está atravesada por la incorporación de la perspectiva de género, la mirada de la intervención comunitaria y el enfoque basado en los Derechos Humanos.
  2. El diagnóstico individual, grupal y comunitario como punto de partida de la propuesta de itinerario con persona.
  3. La persona está en el centro de la intervención, desde una posición de corresponsabilidad y potenciando su autonomía, como principal actora de su vida y su proceso de cambio y de su itinerario de emancipación (Proyecto Educativo Individualizado).
  4. El trabajo comunitario, en Red, con el tejido público-privado del territorio, con la finalidad de coordinar la intervención y fomentar una comunidad unida.
  5. Apoyo en el acceso, en condiciones de igualdad y no discriminación, a los recursos a los que tienen derecho, especialmente cuando se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad.
  6. Especial coordinación con los recursos de formación y empleo, favoreciendo el acceso a oportunidades educativas de calidad que favorezcan su autonomía y la futura inclusión laboral.
  7. Fomento de la vinculación con el territorio, como parte del desarrollo de su vida social y comunitaria.
  8. Importancia del desarrollo psicosocial de las personas y fomento de figuras referentes con las que poder identificarse.
  9. El impulso de la innovación, la detección de buenas prácticas y el fomento de líneas de investigación de campo, que permitan mantener y mejorar la calidad en la atención a la infancia, su familia y la comunidad de la que forman parte.

Nuestro enfoque trata a su vez de identificar obstáculos y necesidades en relación a las dimensiones, e ir más allá, identificando también las fortalezas de los miembros de este colectivo y las principales aportaciones que realizan a las comunidades donde habitan. El proyecto busca poner en valor los aspectos positivos y las fortalezas que poseen y acercar a diferentes colectivos y agentes sociales públicos, privados y mixtos en la mejora de los barrios, la convivencia y la cohesión social del territorio.

Así las actividades que se desarrollaran son:

Prestación económica mensual. Formato de ayuda económica “Beca”, una ayuda mensual nominativa que cubre todos sus gastos cotidianos de forma integral, que nos permite trabajar esta área con las personas participantes de una forma autónoma y cercana a la realidad.

  • Se facilitará una ayuda económica nominal mensual que cubre los gastos personales de la persona acogida en el dispositivo. Con la supervisión del equipo técnico, el/la joven gestionará de forma autónoma la cobertura de sus necesidades básicas y generará un ahorro personal.

Apoyo y acompañamiento en cuestiones domésticas. En el dispositivo residencial de acogida, se fomentará el aprendizaje de técnicas de cocina, limpieza y compra; hábitos de higiene y cuidado personal, orden, organización, contabilidad doméstica, convivencia, cuidado de la vivienda. Tanto en intervenciones diarias como en jornadas específicas.

  • Las personas participantes del dispositivo residencial tendrán una serie de responsabilidades tanto individuales como colectivas como la compra de alimentos, la compra de productos de higiene personal, la elaboración de las comidas, la limpieza, como el fin atender todas sus necesidades básicas y proporcionarles un alojamiento adecuado. La Fundación Cepaim cubrirá, mediante los/as proveedores/as habituales, los productos de limpieza, de higiene personal, las tareas de mantenimiento, desinfección, así como otras posibles medidas de reparaciones básicas que considere necesarias para el buen desarrollo del proyecto y para cubrir las necesidades de habitabilidad en la vivienda.
  • Se fomentará el aprendizaje de técnicas de cocina; hábitos de higiene y cuidado personal; economía doméstica; prevención de riesgos; prevención de enfermedades de transmisión sexual, gestión del dinero, contabilidad básica. Se impartirán talleres para la adquisición de habilidades sociales; talleres sobre género y relaciones de igualdad entre hombres y mujeres u otros que partan de las necesidades y el interés de las personas participantes.
  • Todas las acciones, observaciones y seguimientos que se realizarán hasta el final de su estancia en el dispositivo residencial, se incluirán en intranet propia de la entidad. Asimismo, se crearán expedientes físicos para cada persona participante donde se guardará toda la documentación relativa a su itinerario que se considere relevante.

Reuniones y actividades grupales. Con el fin de crear un buen clima de convivencia y prevenir posibles conflictos, se realizarán mensualmente reuniones grupales donde se realizarán regulaciones de grupo, se revisará la convivencia, la organización y planificación doméstica y se dotará a las personas de herramientas y estrategias para la resolución de conflictos y su tránsito a la vida adulta en el nivel grupal.

  • Se utilizará el día a día, como herramienta de intervención básica, para hacer reflexionar a las personas participantes sobre aquellas situaciones donde puedan surgir conflictos culturales y sobre sus relaciones interpersonales, como el género o el respeto a otros colectivos como el LGTBI, el uso de las TIC valorando el nivel de responsabilidad que tienen en sus actos, así como las consecuencias que éstos tienen dentro del grupo, con la intención de que esta reflexión se proyecte en la sociedad de acogida.
  • En este sentido, contarán con una asamblea mensual como espacio de reflexión y acción participativa en la toma de decisiones que afecten al desarrollo del dispositivo residencial como unidad de convivencia.
  • También, se utilizará para crear un compromiso de negociación continua donde cada acción, por pequeña que sea, sea un acto de responsabilidad con la otra persona y con el medio ambiente. En definitiva, para crear un clima no de imposición sino de negociación y reflexión, con el fin de formar a ciudadanos/as con conciencia social, responsables, creativos/as, respetuosos/as y partícipes.

Financiado por:

Territorios con presencia de esta línea

 

 Madrid

Cofinanciado por la Comunidad de Madrid y  la Unión Europea a través de la financiación adicional del REACTUE a través del FSE.