Otra actividad a destacar fue la realizada el Día de la familia, en la que los menores dibujaron a sus familiares dentro de una casita hecha con papel y palitos, curiosamente, médicos (los típicos depresores linguales de madera). Así como la colaboración entre centros escolares y equipos de diversos proyectos acogidos por la entidad en relación al Día del medio ambiente, que culminó con la realización de un gran mural exterior en el CEIP Juan González.
Cabe destacar, finalmente, la importancia de la vuelta al juego físico y a los sencillos juegos con agua tras la llegada del calor; mientras viejos juegos como la comba, el parchís, la oca, el bingo, el tres en raya, el reloj o el escondite nos han traído a la conciencia que, cuando el tiempo en compañía se vuelve importante, esencial, no importa la envergadura de lo hecho. Lo trivial se torna indispensable.