El vídeoclip “Un cielo abierto”, de la canción del mismo título de David Moya, se dirige a remover conciencias de los y las espectadoras, animándolas a despertar, mirarse, reconocerse y abrazar la diversidad del mundo que nos acoge.
Este vídeo fue uno de los productos del Proyecto Reflejad@s II, que se llevó a cabo en Fundación Cepaim a lo largo de 2018. Con este proyecto pretendíamos sensibilizar a la sociedad española sobre la realidad de las personas solicitantes o beneficiarias de protección internacional, mostrando las muchas dificultades a las que se enfrentan estas personas desde el momento en que abandonan sus países de origen.
La sensibilización en Reflejad@s II se hizo desde la perspectiva del desarrollo comunitario involucrando en todo el proceso a la sociedad en su conjunto: vecinos y vecinas, voluntariado, tejido empresarial y asociativo, administraciones, etc.
Para la realización de la canción y el vídeo clip, el cantautor murciano David Moya se apoyó en la guía “Reflejad@s Long Play. Notas para la intervención comunitaria con personas en situación de protección internacional”, que se había elaborado con los resultados y el proceso vivido en el Proyecto Reflejad@s (2017) y Reflejad@s II (2018). En esta guía se da una visión del sistema de protección internacional como una oportunidad para reinventarnos como comunidades abiertas, diversas y enriquecidas por la interculturalidad y fortalecer el tejido ciudadano con sus nuevos vecinos y vecinas.
El voluntariado ha sido un pilar fundamental del Proyecto Reflejad@s, tanto en su primera edición de 2017 como en la segunda de 2018. Sin los voluntarios y voluntarias que sostuvieron el proyecto no habría sido posible sacar adelante la campaña que se produjo bajo el lema “Yo Soy Refugio”, un slogan pensado desde la participación y la horizontalidad de muchas personas voluntarias en Huelva, Níjar, Teruel, Valencia, Alzira, Cartagena y Murcia.
En Fundación Cepaim queremos celebrar este 5 de diciembre, día del Voluntariado, dando las gracias a todas las personas que, desinteresadamente se implican en el día a día de nuestros centros, programas y proyectos y que, con su trabajo, contribuyen a construir un mundo nuevo y ofrecer un cielo lleno de oportunidades a las personas migrantes y también a las comunidades de las que todos y todas somos parte.