En la jornada “Hombres, Empleo y Cuidados” realizada en Murcia se presentaron los resultados de la investigación el proyecto de Innovación Social NEO que cuenta con cofinanciación del Fondo Social Europeo: “Masculinidad, empleo y corresponsabilidad” donde se han compartido experiencias de buenas prácticas en materia de intervención con hombres.
La mañana del lunes 13 de mayo tuvo lugar en el Salón de Actos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia la jornada “Hombres, Empleo y Cuidados: hacia un modelo social corresponsable y ¿sostenible?” en la que se han presentado algunos de los resultados de la investigación realizada dentro del proyecto NEO de F
Durante la inauguración, que ha contado con la participación de Alicia Barquero Sánchez, Directora General de Mujer e Igualdad de Oportunidades y Juan Antonio Segura, Director General de Fundación Cepaim, se puso en valor la necesidad de fomentar políticas públicas que incorporen a los hombres como actores sociales en la agenda de la igualdad, quienes han sido los grandes olvidados, sin tener en cuenta que además de ser parte del problema, también pueden ser parte de la solución.
A continuación, tras una pausa-café en la que se pudo visitar la exposición de Fundación Cepaim “Practica la Igualdad, Marca la Diferencia”,se presentó ante el público asistente una performance (a cargo de Julieta Andreu y Carlos Cegarra), con un interesante “baile de los cuidados”. Esta representación dio pie a la explicación de los resultados de la investigación, llevada a cabo por Jimmy Guerrero, técnico del área de Igualdad y no discriminación de Cepaim, para presentar algunos de los resultados obtenidos en la investigación del Proyecto NEO; quien fue presentado por Andrea Nieto Forte, poniendo en valor el currículum “oculto” que permite a las personas (en este caso a Jimmy) llegar a un nivel de realización profesional gracias al trabajo invisibilizado y no remunerado de su madre (y de muchas otras madres en el mundo).
En la exposición que realizó, se dieron a conocer algunos resultados:
En el estudio participaron 901 personas (661 hombres, 240 mujeres), quienes se encontraban empleadas (con un trabajo remunerado) en el momento de su participación.
- El 52% de los hombres empleados que fueron entrevistados realizan al menos una tarea de cuidados. Un dato sorprendente que da cuenta de que la asunción de las tareas de cuidados por parte de los hombres es posible y que poco a poco empiezan a corresponsabilizarse. Sin embargo, el salto porcentual con respecto a las mujeres empleadas es muy notorio. El 78% de ellas realizan al menos alguna tarea “pesada” de cuidados. Lo cual informa también sobre la necesidad de seguir trabajando con hombres para avanzar hacia la igualdad real y efectiva.
- Cuando se trata de realizar dos o más tareas “pesadas” de cuidados (cuidadores/as tipo 2), el porcentaje de hombres que realizan tales acciones cae hasta el 16%, mientras que en las mujeres cae hasta el 41%. No obstante, se mantiene la distancia de más de 20 puntos porcentuales.
Respecto a las repercusiones que tiene sobre la vida de las mujeres y hombres realizar aquellas tareas de cuidados. Mientras que en ellos apenas conlleva costes a nivel de ascensos o de formación alcanzada, en las mujeres se detecta un “peaje” que se traduce en que solo el 5% de las mujeres “cuidadoras tipo 2” alcanza un nivel de formación de máster/doctorado, en comparación con el 13% de los hombres (cuiden o no), y el 19% de las mujeres que no realizan ninguna de las tareas de cuidados “pesada” antes referida. Es más, mientras que el 41% de los hombres “no cuidadores” han tenido ascensos o mejoras de condiciones laborales (en el último año), en los hombres “cuidadores” ha sido del 46%. Es decir, cuidar en ellos no solo no penalizaría a nivel académico, sino que también podría beneficiarles a nivel profesional. Aunque ello podría traducirse en una perpetuación de su rol “proveedor”.
En el caso de las mujeres, el peaje, las dificultades para conciliar, y la sobrecarga (la doble y triple jornada) se verían reflejadas en la carga mental de responsabilizarse de las tareas del hogar y de cuidados (el 57% en el caso de las mujeres, el 22% en los hombres consideran que son responsables de la organización familiar en éstos términos). Estos costes en la vida de las mujeres puede verse reflejado en declaraciones recogidas en grupos de discusión como lo siguiente: “Yo que he trabajado en una empresa privada y precisamente en la época de mis hijos tenía reducción de jornada, tenía 5 horas diarias, y yo no tuve nunca oportunidad para promoción, ni para nada. Te apartan de todo”
Un dato también interesante que se extrae de la investigación es la diferencia entre feminismo e igualdad que se percibe en las personas participantes. Cuando se les pregunta por el nivel en que se consideran favorables a la igualdad, tanto hombres como mujeres se sitúan en torno a 8,5 (en una escala de 0-10). Sin embargo, cuando se les pregunta por feminismo, los hombres se sitúan en 5,12 de 10, y las mujeres en 6,63 de 10. La pregunta queda en el aire, ¿por qué?
Siguiendo con la línea de intervención de Fundación Cepaim con empresas se realizó la mesa “Rol de las empresas en la corresponsabilidad y la igualdad”, moderada por Andrea Nieto Forte. Ana Fernández-Salguero, Referente, y Carolina Pacheco García, Técnica, ambas en representación del Área de Igualdad y No Discriminación de Fundación Cepaim, presentaron la Guía de Buenas Prácticas en empresas en el ámbito de la corresponsabilidad, centrándose Carolina en explicar el trabajo realizado en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Finalmente, intervino Josefa Rodríguez García, jefa del departamento de marketing y responsabilidad social corporativa de Ikea Murcia, para exponer las medidas que su empresa está implementando en materia de corresponsabilidad e igualdad.
Para finalizar la Jornada clausuraron Pedro López López y Ana Fernández-Salguero Mejías, exponiendoque son múltiples los retos que, como sociedad tenemos por delante, uno de ellos es el de conseguir que los hombres se impliquen como actores activos del cambio y la afluencia de hombres a la jornada (siendo al menos la mitad del aforo), es una muestra de que el trabajo que se está realizando en Cepaim va por el buen camino. Pedro López coincide con Juan Antonio Segura en que, “para cambiar los escenarios actuales, primero tenemos que cambiar nosotros, los hombres”. Ana Fernández recalcó la posibilidad de que las empresas promuevan cambios que generen igualdad, siendo estos tan necesarios, como posibles. Por ejemplo, con la creación de grupos de hombres dentro de las empresas, algo sobre lo que ya se está empezando a dialogar con las empresas. También señaló que, para lograr el equilibrio (en los cuidados y la corresponsabilidad) hay que ser consciente del peso que recae sobre uno/a mismo/a y sobre otra(s) persona(s).