Tras la aprobación del Pacto Europeo de Migración y Asilo (en adelante, PEMA) en mayo de 2024 bajo la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, se inició un proceso de implementación que nos llevará hasta junio del 2026. Esto supone uno de los procesos de armonización migratoria más importantes en la historia reciente de la UE.
Pese a las críticas que determinados elementos del PEMA puede generar, España desempeñó un papel determinante en su aprobación, logrando consensos que, en el contexto político actual, habrían sido prácticamente imposibles y/o aún más regresivos. Ese liderazgo otorga a nuestro país una responsabilidad especial en la fase de implementación, tanto a nivel nacional como europeo.
