Durante el desarrollo del itinerario se ha situado a la persona participante como foco, de manera integral, tratando de abordar las necesidades reconocidas en las distintas esferas de la vida de las personas, y dedicando especial atención a las potencialidades y los tiempos necesarios para las mismas.
A destacar de la ejecución, se puede decir que este periodo ha desembocado generando momentos personales y profesionales únicos, espacios de convivencia, trabajo conjunto y/o apoyo mutuo, comunicación, generando lazos entre las personas implicadas y favoreciendo la inclusión social de las personas participantes.