Al llegar, pudimos conocer uno por uno a los miembros que ahora forman esa familia, nos presentaros a cada uno de los perros y perra que allí vivían y conocimos su historia, y como llegaron hasta allí. Hubo más de un flechazo entre perros y niños y más de uno y una ya se fue con la idea de la adopción de perros en su cabeza.
Esto nos sirvió para concienciarnos sobre tener animales domésticos y la responsabilidad que ello conlleva. Además de aprender sobre el proceso de adopción y acogimiento.
Tras esto, nos pusieron manos a la obra, entre todos/as nos encargaron distintas tareas como jugar un rato con ellos, lavarlos, peinarlos,..¡Acabamos llenos/as de agua de los salpicones!
¡Sin duda no olvidaremos el gran rato que allí pasamos ni a nuestros nuevos/as amigos/as peludos/as!