Es indudable que la pandemia que empezó a principios de 2020 y aún estamos sufriendo ha puesto a prueba el sistema sanitario y de protección social de cada país, incluido el nuestro. También pone a prueba nuestros valores como sociedad, que creíamos firmes, pero que se ven sacudidos por el temor y la desinformación ante la Covid19.
La solidaridad, la tolerancia y el respeto a las diferencias entre las personas son disminuidas por la xenofobia y el racismo que infunde rumores y bulos, provocando actitudes discriminatorias que hemos podido ver cómo se repetían en distintas partes de nuestra geografía, la mayoría centradas en personas inmigrantes. Estos rumores deben ser desmentidos con datos fiables y de fuentes oficiales en el momento, intercambiando el racismo por información.
En el Informe sobre la "Contribución de la inmigración a la economía española" creado por el Defensor del Pueblo, se señala el valor positivo de la inmigración para el crecimiento económico de España y también para la resolución del grave reto demográfico al que nos enfrentamos. La inmigración constituye un elemento de reemplazo demográfico para una población envejecida y compensa el declive de la fuerza laboral. Este informe rebate distintos prejuicios hacia las personas inmigrantes relacionadas con el “efecto llamada”, el uso de los servicios públicos o la aportación fiscal de las personas inmigrantes que están sometidos a las mismas leyes que las personas nacionales. Plantea la política migratoria como un asunto prioritario y transversal para las políticas del gobierno, y sostiene que su importancia se incrementa con la crisis COVID-2019.
En este sentido, Fundación Cepaim puso en marcha en 2019, con continuación en 2020 dos iniciativas que responden al aumento del discurso de odio y la proliferación de contenidos xenófobos y racistas, así como los prejuicios de la sociedad ante las personas migrantes y refugiadas: el Proyecto Desactiva y el Proyecto Eres Parte.
Estos dos proyectos buscan ofrecer herramientas de debate y reflexión sobre el pensamiento colectivo a equipos profesionales, administraciones públicas y personas usuarias de redes sociales como son la plataforma digital desactiva.org y la guía argumentada en materia de exclusión residencial ante personas solicitantes de asilo.
Con la plataforma www.desactiva.org como herramienta central que pretende recoger las preguntas frecuentes y los bulos basados en prejuicios que circulan en redes sociales sobre las personas migrantes y refugiadas con la finalidad de desmontarlos y ofrecer a la ciudadanía información contrastada y veraz que haga la contraparte a los discursos del odio, se establece toda una estrategia de sensibilización y comunicación que contempla la realización y producción reportajes de calle de entrevistas a la ciudadanía; el diseño de una estrategia de comunicación; la difusión y promoción del plan de medios; la presentación estatal de la plataforma DESACTIVA la xenofobia y el racismo y el desarrollo de foros en redes sociales.
Desactivando la xenofobia y el racismo, Yo desactivo la xenofobia y el racismo con la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, del Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea y del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 vía aportaciones IRPF.
El auge de actitudes discriminatorias desgraciadamente puede verse ya en el ámbito laboral: la “serofobia” (miedo o aversión a personas seropositivas) iniciada por la Covid19 está generando casos de procesos de selección para puestos de trabajo, mayoritariamente para el de cuidado de personas dependientes, con el requisito de haber pasado la enfermedad. Varios/as expertos/as en el mercado laboral están pronosticando un aumento de la discriminación laboral por origen, razón de edad o por tener diversidad funcional: a los prejuicios ya existentes, se suma la posibilidad de pertenecer a un grupo de riesgo ante la Covid-19.
Por lo tanto, las empresas y organizaciones deben ocupar una posición central en el fomento de la tolerancia y el respeto en el ámbito laboral, evitando y previniendo situaciones discriminatorias en procesos de selección, espacios de trabajo o en el trato con la clientela. Una correcta gestión de la diversidad en todas su facetas es indispensable para afrontar los retos que nos ha lanzado la pandemia y siguen presentes en la ‘nueva normalidad’, de manera respetuosa y ética, cumpliendo la legislación vigente y asegurándonos de que nuestra organización está libre de discriminación.