La firma Área-Grupo Bálamo es una organización dedicada tanto a la abogacía como a la asesoría fiscal y laboral, y mantiene desde sus inicios una estrecha relación con la RSE. Colaboran con distintas iniciativas locales y regionales de la Comunidad Autónoma de Extremadura, ya que entienden el compromiso social como la mejor forma de avanzar en conjunto. A través de su presencia en jornadas y proyectos a favor de la inclusión de la diversidad en todas su variantes, Área-Bálamo se posiciona como una empresa que apuesta por la responsabilidad social como herramienta para la consecución de sus objetivos. Así lo demuestra su certificación como Empresa Socialmente Responsable por parte de la Junta de Extremadura.
En el año 2018, Área-Grupo Bálamo se adhirió a la Campaña ‘Practica la Igualdad, Marca la Diferencia’ creada por Fundación Cepaim para el fomento de acciones de corresponsabilidad e igualdad de género en el ámbito empresarial, colaborando activamente en acciones del Programa Adelante del Área de Igualdad y No Discriminación de Fundación Cepaim, financiado por el Fondo Social Europeo y la cofinanciación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, vía aportaciones del IRPF, y la Junta de Extremadura.
Ángel Luis Gómez Díaz, socio fundador y director de Área-Bálamo, nos explica los beneficios y resultados positivos de haber entendido la importancia de aplicar la diversidad y la RSE en su firma, y cómo afrontan los nuevos retos que nos trae la situación actual.
Fundación Cepaim: ¿Cómo surgió el interés de su organización por gestionar la diversidad y por qué es importante para ustedes?
Ángel Luis Gómez: No se trata de un interés sino de un convencimiento. La diversidad enriquece en todas sus direcciones. En tiempos donde el cambio es una constante la diversidad es un valor porque te aporta capacidad de adaptación, perspectiva y visiones que se complementan. La diversidad es una sinergia vital que nos permite conformar una identidad más completa y auténtica y mucho más abierta a la sociedad y sensible con la realidad.
F.C. ¿Cómo gestionan la diversidad de su plantilla, clientes, etc.? ¿Hay alguna diferencia reseñable entre el área de servicios jurídicos y el área de asesoría fiscal, laboral y contable (a la hora de afrontar aspectos como la diversidad cultural, religiosa, generacional de la clientela)?
A.L.G. Simplemente respeto, sensibilidad y naturalidad. Cuando la diversidad se interioriza como realidad no hay que recurrir a nada extraordinario. Se trata de estar atento al cliente, a los grupos de interés, de escuchar, de entender, de cuidar los detalles. Pretendemos que sea algo cultural y transversal en nuestra dinámica de funcionamiento y adaptamos lo necesario si la situación lo requiere. No es algo parcelado o departamentalizado, sino integrado en nuestra idiosincrasia y que vigilamos como concepto y filosofía de todos los que forman parte de la Firma en cualquier sección.
F.C. Para una empresa como la suya, ¿cuáles son los beneficios que aporta la gestión de la diversidad? ¿Se han encontrado con limitaciones y obstáculos?
A.L.G. Cercanía, identidad, proximidad, capacidad de adaptación, credibilidad y confianza… La diversidad debidamente interiorizada en nuestra organización es parte de nuestra marca y eso nos convierte en una empresa abierta y accesible, sin sesgos ni etiquetas o prejuicios. Nuestra aspiración es que nadie encuentre limitaciones ni obstáculos cuando se plantee contar con nuestra organización.
Una de nuestras máximas como empresa es ser libres e independientes y autónomos en nuestras decisiones. No hemos percibido esos obstáculos ni tampoco nos hubiesen frenado cuando creemos firmemente en algo.
F.C. ¿Qué acciones realizan para apoyar a personas y colectivos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad?
A.L.G. Ponemos a disposición nuestros medios profesionales y materiales dentro de nuestras posibilidades. Firmamos convenios de colaboración, cooperamos en actividades, patrocinamos actividades y acciones, damos visibilidad a iniciativas, ofrecemos servicios de forma desinteresada, participamos en jornadas de formación e información…
F.C. ¿Cómo ha afrontado su organización la desescalada (nuevas medidas de organización del trabajo, aumento de conciliación, teletrabajo, etc.)?
A.L.G. Hemos potenciado muchos de nuestros hábitos y condiciones de trabajo que ya teníamos implantada en la dinámica de la Firma: trabajo en remoto o teletrabajo con flexibilidad, autonomía y plena capacidad de autogestión y organización de cada empleado. Desde el principio se dispuso el teletrabajo de todos los empleados y después hemos establecido días puntuales de presencialidad. Nuestra actividad también se ha visto afectada en la medida en que la actividad judicial se ha paralizado y todavía se mantiene ralentizada. Se pactó un ERTE de reducción del 30% de la jornada con los trabajadores que se ha mantenido hasta el 30 de junio. Ahora seguimos propiciando y facilitando el teletrabajo con todos los medios necesarios, y hemos habilitado una sala corporativa virtual para reuniones con clientes.
F.C. ¿Cómo afrontan el reto de ser socialmente responsables en la ‘nueva normalidad’?
A.L.G. Está en nuestra cultura y nuestra identidad y por tanto se trata de seguir ahondando y profundizando en nuestros criterios y planteamientos y mejorando y adaptando entre todos lo necesario. Todo pasa por escuchar y escuchar siempre y cuidar nuestro nivel de compromiso y confianza. Viene una época para ser especialmente solidarios, sensibles y responsables y donde las buenas prácticas y la responsabilidad social deben aportar más valor que nunca y tener la visibilidad que merecen. Y para ello es imprescindible la autenticidad, el convencimiento y la coherencia.
Seguiremos apostando por colaborar en proyectos e iniciativas que nos parezcan valiosas para nuestro entorno y promoviendo con nuestros medios aquellos que consideremos que suma. Cuidar de nuestros equipos de trabajo, de nuestros profesionales, de nuestros clientes, ser un factor de solución, de proximidad y de cercanía es parte esencial de nuestra visión y nuestra misión. Así que todo pasa por perseverar en esas señas de identidad y en esas acciones que surgen de nuestro propio “ser”, aunque todo conlleva adaptaciones ante estos nuevos escenarios. En épocas de incertidumbres descubrimos con más claridad de quién estamos rodeados y con quién hacemos el camino y nosotros queremos ser esos compañeros de apoyo para aquellos que sean capaces de apreciar lo que podemos aportarles.