Manifiesto #18D: Día Internacional de las Personas Migrantes

Como cada 18 de diciembre, celebramos el Día Internacional de las Personas Migrantes. Este año queremos poner el foco en la situación de los 5.500 menores migrantes en situación de desamparo que han llegado a Canarias, Ceuta y Melilla sin acompañamiento familiar. 

Nos preocupa y nos indigna escuchar discursos y mensajes que olvidan la dignidad de estas personas, reduciendo su realidad a meras cifras o gestiones administrativas, hablando de reparto como si se tratara de mercancía.  Nunca olvidemos que son menores que necesitan acogida, refugio, acompañamiento y una mirada solidaria que reconozca su humanidad por encima de cualquier interés o cálculo político partidista. Nunca olvidemos que la acogida y la tutela de los menores es un derecho y una obligación para los gobiernos de las CCAA, no una opción.

Por eso, este año 2025, hemos pensado enquerido dedicarles este manifiesto para recordar, a la ciudadanía y a sus representantes políticos, que detrás de cada menor hay una historia, un rostro, una realidad, una infancia interrumpida y el deseo legítimo de construir una vida mejor.   Queremos colaborar para que seamos capaces de ponernos en su lugar, entendiendo algunos de los desafíos que enfrentan estos menores, adolescentes y jóvenes; sintiendo lo que sienten cuando solo nos referimos a ellos como una cifra, una mercancía o un problema. 

La infancia, la adolescencia y la juventud migrante están siempre en movimiento, están siempre en tránsito. En cada trayecto afrontan miedos, riesgos y esperanzas. Necesitan toda nuestra Solidaridad y nuestra Acogida. Tenemos que entender que su viaje no es ningún juego, aunque se “jueguen la vida” para alcanzar un futuro mejor. Se juegan la vida porque no cuentan con rutas regularizadas y seguras para poder migrar. Estos menores y jóvenes llegan a España, y a otros muchos países en el mundo, solos, sin ningún tipo de acompañamiento familiar o adulto. 

En muchas ocasiones llegan sin conocer el idioma y huyendo de situaciones realmente duras como los conflictos armados, la pobreza extrema, la exclusión social, la violencia o la explotación sexual, la explotación laboral o por una tremenda falta de oportunidades que les hace pensar que necesitan “luchar por lo que quieren”. 

En este 18D, con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, nos hemos encontrado con un juego de palabras, con un trabalenguas que bien podría llamarse un “trabavidas” porque nos viene a la mente el día Dieciocho y el día “D”. El Día en el en que estos jóvenes cumplen los 18 años, dejando de recibir apoyo para continuar sus rutas vitales, sus sueños y su tránsito a la vida adulta. Un día “D” en el que tienen que dejar los recursos de tutela y en los casos más afortunados, los que consiguen una plaza temporal en los sistemas para extutelados, tienen que conseguir emanciparse en menos de doce o dieciocho meses (un reto muy desigual y muy injusto para esta juventud migrada, sobre todo si tenemos en cuenta que la edad de emancipación de la juventud en España ya supera los 29 años de media).

Como hemos dicho al principio, no son una mercancía que se tiene que repartir, son jóvenes con historias de vida vinculadas al Dieciocho de Diciembre, vidas marcadas por la “D”. Cuantas letras “D” por integrar en cada una de estas vidas: Derechos, Diversidad, Dignidad, Diferencia, Derechos, Deberes, Diálogo, Dolor, Desierto, Diversión, Desactiva, Difícil, Dudas, Dar, Decidir, Diplomarse, Desesperanza, Donar, Datos, Desear, Dibujar, Deliberar, Deslumbrar, Diario, Digital, Desesperación, Discurso, Duradero, Disfrutar… 

En este “juego”, hemos empezado a bucear en nuestra memoria colectiva como entidad y nos hemos acordado de las historias de vida de Younes, Hatim y Moustapha que en el vídeo “Ayer te soñé” nos enseñan “el proceso de dejar su hogar y de crecer sin compañía” y nos cuentan sus sueños de “construir sobre sus fortalezas” para “descubrir su verdad y la madurez”.

Nos encontramos nuestra campaña DESACTIVA que desarrolla actividades de sensibilización, formación y participación comunitaria para tratar de frenar los discursos de odio, el racismo y la xenofobia que estos jóvenes se encuentran una vez llegan a sus países de destino. Como dice uno de sus lemas de este año “lo que de verdad da migraña, NO son las migraciones, son los titulares de ciertos medios de comunicación”. 

Nos encantó el reportaje de KLAB Prisa, para la serie “Mi vecino”, en el que Amadou y Hanza nos cuentan “Por qué no llamar MENA a un menor no acompañado”. Es muy importante que trabajemos el dialogo intergeneracional para luchar de forma efectiva contra la polarización y seguir construyendo convivencia y cohesión social en interés de todos.
También nos hemos encontrado con las historias de Hanna, Álvaro, Carla y Jhordy.  Jóvenes que siguen “la Ruta” nuestro programa para acompañar, formar, ayudar a emprender o buscar empleo para jóvenes que están dentro del programa de Garantía Juvenil y para jóvenes que quieren activarse para volver a estudiar o para encontrar un empleo. Todas estas son las historias de la Generación Sí-Sí. De la juventud migrante y la autóctona que Sí estudia y que Sí trabaja para perseguir sus metas y para poder alcanzar sus sueños. 

Como dice nuestra última campaña del Espacio X Derechos (XDS): “Que no te engañen… los problemas sociales no son culpa ni de la Agenda 2030 ni de la Inmigración”. Los verdaderos problemas son: la desigualdad, la precariedad laboral, la falta de vivienda digna, las dificultades para acceder a los servicios sociales básicos, la desinformación y la desigualdad de oportunidades para mujeres y hombres. Problemas que nos afectan a todos y a todos nos compete el abordarlos. No se resolverán buscando culpables en los otros.

Os invitamos a conocer muchas más historias D en este 18D ¡Ayúdanos firmando nuestro Manifiesto por la Convivencia Intercultural